No faltan en la sala de una familia recién formada, o en la habitación dispuesta para el bebé. El sillón de lactancia, especialmente diseñado para acurrucar a los niños es un mueble que muchos adquieren por una buena razón: es muy cómodo.
Para una madre primeriza son uno de los sitios donde más permanecerán sentadas al momento de cuidar al bebé, y éstos sitios deben ser acogedores y no generar ningún tipo de molestia. Ya sea visual (si no combinan con el espacio) o corporal.

Espacio hecho especialmente para el sillón
Deben adaptarse a la curva de la espalda para evitar dolores e incomodidades, algo que los médicos recomiendan cuidar mucho, dado que las madres deberían encontrarse liberadas de cualquier estrés en ese momento de sus vidas.
Estilos
Están los modelos tradicionales, con poca reclinación y brazos. Pueden venir acompañados de un apoya pies, las patas son del tipo mecedora.
Este tipo de sillones pueden verse muy comunes y aburridos, pero con un tapizado y accesorios adecuados, combinados con el dormitorio o decorados de manera especial y cómoda para la nueva madre, se verán como un sitio muy especial y agradable.
Si queremos que la decoración sea clásica y sencilla, pero a la vez funcional esta forma sillón es ideal, el cual no tiene un diseño especialmente novedoso, pero no deja de ser muy cómodo.
Los diseños más modernos pueden ser igual de acolchados. La forma de los brazos sigue hacia las patas de mecedora y las curvas sugieren un estilo más moderno.
Los hay mucho más ligeros en tamaño y adornos, con brazos que no son acolchados y un espaldar pequeño. Pueden ser el mueble ideal para resaltar un espacio corriente.
Añadirlos en el espacio
Algunos sillones tienen una forma tan peculiar o resultan tan cómodos que no hay que agregarles mucho, pues se verían sobrecargados.
La forma de un sillón llamativo puede ser suficiente para complementar una habitación que le falte un mueble protagonista.

Tapizado con parches

Decoración con sillón Eames.
En un cuarto sobrio pueden añadir un toque de color que puede ser muy interesante, especialmente porque es un mueble donde se dará la conexión entre la madre y los bebés.
Hay diseños clásicos pero también algunos diseñados a mediados del siglo pasado siguen viéndose como modernos. Dado que fueron hechos estudiando la figura humana son muy cómodos y parecen combinar bien en cualquier parte.
Decorar con un sillón de lactancia
En las habitaciones de los recién nacidos se ubica el mueble de lactancia como el único mueble para sentarse. Dado que el dormitorio no tiene cama ni sillones, entonces se puede decorar alrededor de éste de una manera bastante libre.
Una mesa de noche o estante junto a éste con todo lo necesario para la madre y el niño (cojines, juguetes, pañalera, ropa, toallas), una lámpara con luz y filtro suave también son buenos acompañantes.
Con un estampado colorido se convierten en una pieza importante y llamativa de nuestros dormitorios.
O tal vez no necesita un estampado o tapiz permanente. Una sábana o piel cómoda puede hacer de las suyas para llamar la atención del mueble.
En una sala, debe combinar con los muebles adyacentes. Se puede convertir en protagonista del espacio, pero no porque tenga un estilo y materiales distintos de lo demás que tenga alrededor, esto podría verse muy extraño y disonante y no es lo que estamos buscando. Si es el nuevo protagonista debe ser decorado acorde a la habitación.

El sillón tiene el mismo color de madera que los muebles de alrededor, y la alfombra.
Los colores pasteles son muy comunes en estos sillones. Pero no hay porqué rediseñar un espacio en función del mueble. En una sala colorida el mueble puede conseguir su propio espacio pequeño, con cojines o sábanas que combinen con lo que tiene alrededor.
En estos ejemplos vemos un espacio con colores muy suaves, y en contraparte, un sillón marrón, rodeado de una alfombra marrón y un cojín con colores más fuertes, aunque las paredes sugieran que el espacio tiene los mismos tonos suaves.
Hay muchos ejemplos de cómo ambientar un espacio propicio con estos sillones. La mayoría escogen colores pasteles, pues son suaves y no alarman a ningún bebé.
Pero también vemos otras decoraciones con detalles de colores oscuros o muy vivos, que pueden ayudar a que el espacio no se vea tan monótono y aburrido para muchos, especialmente jóvenes.
El sillón será un espacio no sólo para el adulto sino para el niño que se va a cuidar, así que agregarle juguetes, adornos o cojines llamativos pueden ser una buena idea para que el niño se distraiga también.
Serán un sitio de relajación y cariños que debemos diseñar con cuidado y mucho amor. Deben ser cómodos, muy agradables para la madre que será quien más tiempo pase con el bebé en sus primeros meses, y percatarnos que le guste al niño también. Un móvil, juguete o color pueden hacer la diferencia entre un espacio aburrido y otro con mucha personalidad.