No sólo es el modelo de nuestros muebles, es el tapizado que distingue la verdadera esencia de una silla. La experiencia cambia muchísimo si un sillón es de cuero o tela con relieves, especialmente con ropa que nos permita sentir su textura.
Es importante tomar en cuenta algunos puntos para saber qué tipo de tapiz les sirve a nuestros muebles y en cuánto puede cambiarlos para bien o para mal. Puede ser que un tapizado le aumente mucho el valor, o más bien lo convierta en algo incómodo en donde nadie quiere sentarse.
Texturas

Para una silla de un escritorio de habitación, esta tela peluda ayuda a dar la impresión de comodidad.
Las telas lisas tienen más opciones en cuanto a tramas y colores, pero podemos ir más allá. Si queremos algo liso y sin imperfecciones, podemos optar no sólo por un tapizado con una tela estirada; tenemos la opción del cuero o semi-cuero. Que además, puede ser brillante u opaco.
Las texturas ‘gruesas’ además de ser ideales para las cobijas en épocas de frío, se ven bien en cojines y adornos, más que en un tapizado completo. Es muy raro ver un mueble hecho con telas como las que mostramos a continuación.
La combinación más común (porque pocas veces falla) es combinar una tela ‘lisa’ , es decir sin ningún relieve, y agregar cojines o cobijas con texturas más complejas. Podemos lograr combinaciones muy bonitas y atractivas.

Esta mezcla de una textura lisa y uniforme (sillón) con texturas más gruesas (cojines de la izquierda) y telas con tramas y colores distintas del sillón (cojines de la derecha) más las cobijas de piel, hacen pensar que es un lugar muy cómodo para sentarse.
Decoración
Un mueble puede cambiar radicalmente si deja de tener algo tan sencillo y pequeño como unos botones. un ejemplo de cómo un mueble puede cambiar radicalmente con y sin uno de estos agregados es el siguiente; ambas fotografías muestran sofás con tapizado de cuero.
Los primeros se ven rígidos, mientras que en la segunda imagen se ven más moldeables, incluso parecen más cómodos. Tal vez no sea así y ambos sean igual de cómodos, pero dan una sensación muy diferente uno del otro. Uno no se imagina el primer sofá en una sala de una familia con niños pequeños, pues dan sensación de rigidez y severidad. Combinarían muy bien en una oficina de un banco o una firma de abogados, mientras que el segundo es más amable y moldeable y podría estar en cualquier hogar.
En estos casos, vemos un mueble con botones en el espaldar y cojines lisos, una combinación que le queda muy bien por la forma que tiene. Da un estilo victoriano, pero aun así se ve acogedor. El otro mueble multicolor tiene una forma muy similar, el tapizado es liso y tensado, pero gracias a los cojines, y el posa brazos abultado y los colores deja de verse refinado.

Otro ejemplo de adornos: estas borlas en los cojines les quita sobriedad: se ven más modernos y alegres.
Esta combinación es singular; además de haber pintado la madera de color plata, presenta dos tipos de entramado, y tiene un borde de borlas pequeñas blancas. Tal vez combine en un escritorio de un dormitorio decorado de manera parecida, pero presentada así individualmente se ve muy sobrecargada.
Tenemos que tener este tipo de cosas en cuenta al momento de decorar. ¿Qué sensación queremos causar? ¿Cómo hacerlo? Los colores son importantes, pero también, como acabamos de ver, la manera de presentarlos.
Tapiz reciclado o casero
Una opción ecológica y moderna es usar materiales reciclados, especialmente retozos de telas que se tengan a la mano. Si se hace con la combinación adecuada de patrones y colores puede quedar muy bien, y verse como un conjunto ordenado de piezas.
Esta opción es arriesgada, pero da un toque rústico e industrial que puede funcionar en una casa de vacaciones si queremos dar la impresión de informalidad. Aunque se ve mucho más estilizado y controlado en la siguiente foto… pero es probable que cualquier tapizado se vea bien con una silla diseñada por uno de los arquitectos más influyentes del siglo XX.

Tela marrón con patrones parecidos a los sacos de verduras en una silla tipp Barcelona. El modelo fue diseñado por Mies Van Der Rohe en el año 1929.
Los patrones tejidos pueden ser hechos en casa, y el color y figuras son totalmente a elección de quien decide hacerlos. Un tejido, por ejemplo, puede cubrir una tela que no nos guste, con una cobija en un mueble o una tela del tamaño de la silla y simplemente amarrarse encima.
La combinación de retazos de diferentes telas no sólo se hace con el motivo de ahorrar, hay lugares donde venden los muebles con ese tapizado predeterminado. Es una alternativa original, colorida, pero podría desentonar con el ambiente si no se tiene cuidado. Pueden verse muy bien en la habitación de un niño o adolescente. Tal vez uno de las mejores maneras de hacerlo es escoger un tema; colores pasteles, colores primarios, líneas rectas, flores.
El tema en este tapizado fue que todos los retazos tuvieran el mismo patrón o tamaño. Mientras que en el mueble de abajo son retazos más grandes e irregulares. Los primeros, aunque sean igual de coloridos que el segundo, se ve más ordenado y controlado, y por tanto se ve mucho mejor.
¿Qué combinaciones de textura, tramas y adornos pueden verse bien en nuestro hogar u oficina? Podemos crear las sensaciones que queramos mientras escojamos con cuidado, siempre teniendo en cuenta que lo más importante, es que nos guste el resultado final.