Siempre puede pasar que se presentan más personas de lo planeado, y hay que añadir bancos y sillas adicionales a la mesa del comedor para que todos puedan caber apretadamente uno junto al otro. No necesariamente compartiendo todos la misma cantidad de espacio… y todos rechazan las esquinas.
No siempre resulta, a veces es tan incómodo que todos prefieren dividirse, y darse turnos para poder comer. No es la idea. En todas las culturas del mundo la comida es la actividad social por excelencia, y se comparte con familia, amigos, compañeros de trabajo o desconocidos. Para poder satisfacer nuestra costumbre de invitar a la familia a cenar para navidad, pero al mismo tiempo mantener el comedor del mismo tamaño de siempre, tenemos la opción de usar una mesa extensible.
Son de todos los tamaños, y no funcionan únicamente para la comida en el hogar. También en oficinas, cuando un escritorio de trabajo se transforma en espacio de reunión. O cuando se necesita más superficie de trabajo.
Extensibles tradicionales
El concepto de una mesa que tenga largo modificable no es nuevo, desde el siglo pasado existen mesas extensibles, más que todo de madera y plástico, para el uso del comedor en la casa cuando se presentaba un grupo grande de personas.
El material por excelencia es la madera. Hogareño, flexible y con muchísimas opciones de color, acabados y tamaños. Es el que más se encuentra al momento de buscar estos productos. Además de ser las que suelen extenderse mucho más. Con agregar paneles y extensores adicionales, una sencilla mesa de seis personas puede convertirse en una mesa de doce o catorce personas.
Normalmente estas mesas se abren y colocan los paneles de manera totalmente manual, pero hay opciones en las cuales sólo se empujan los paneles para dar espacio a los demás que están debajo mediante un mecanismo sencillo, que hace más rápida la transición.
Para los más modernos también hay mesas de acero y vidrio, o incluso de plástico. Elegantes y austeras, ideales para esos hogares llenos de lujo y tecnología.

Esta mesa de vidrio, por ejemplo, no requiere ensamblaje manual, sólo halar correctamente las extensiones para colocar los paneles de vidrio en el nivel superior.
Para guardar, o abatibles
Hay espacios que requieren guardar la mesa después de usarla para poder facilitar otras tareas en el hogar. Aquí conseguimos mesas abatibles. Un tipo de mesa más versátil y sencilla de hacer funcionar que requiere, por lo general, menos trabajo que tomar cada panel y colocarlo en su sitio.

Esta mesa abatible, por ejemplo, ya tiene el largo y se extiende hacia los lados. Cerrada, vemos que funciona muy bien como estante de platos o adornos. Abierta, sirve para que mínimo seis personas puedan comer en ella.
La mayoría de las mesas abatibles que se encuentran en la red están hechas para colocarse en lugares apretados, donde la mesa sólo aparece al momento de la comida, y se guarda cuando no se usa, pues no hay espacio y esencialmente estorba cuando no se está utilizando.
Se pueden conseguir muchos modelos. Éste por ejemplo, es a su vez un estante de almacenamiento perfecto para una cocina minúscula, pero también encontramos otros más sofisticados; como esta mesa que, cuando no se utiliza, muestra una obra de arte.
Este concepto se utiliza mucho para las mesas de planchar plegables que se encontraban en algunos clósets de los cuartos de servicios. Estaban hechos con el mismo principio: sólo se utilizaban en el momento de la actividad de planchado e inmediatamente después se guardaban de nuevo, normalmente gracias a un gancho o cadena corta que las mantenía en su lugar.
No tradicionales
Hemos visto en los últimos tiempos cómo los diseños para espacios pequeños y adaptables se han puesto de moda. Por ejemplo, convertir la sala en comedor, y luego volver a convertirse en sala, y finalmente en el último momento del día, en habitación. Para ello se han diseñado una serie de muebles que ofrecen bastante flexibilidad.

Otra opción más simple son las mesas de sala (o de café) que pueden halarse para acercarse al sillón y facilitar la toma de snacks mientras se ve televisión.
Hay modelos complejos que pueden extenderse con un panel plegable, y convertirse en una verdadera mesa de comedor con un nuevo tamaño. Muy prácticas para un apartamento pequeño, o para una persona que no desee tener muchos muebles.

Este modelo por ejemplo, también tiene un espacio de almacenaje. Útil para guardar discos de películas, control remoto, repuestos de baterías, revistas o periódicos.
El modelo más sencillo de este tipo (pero más elegante) es la mesa que cambia simplemente su altura. Se transforma en una mesa de trabajo pequeña, o de comedor para una pareja.
No importa en qué trabajo ubiquemos una mesa extensible, ésta responderá a nuestras necesidades. Ya sea porque necesitemos más superficie de trabajo, más espacio para los comensales, o porque simplemente no querramos estirarnos a tomar el control remoto, son opciones muy útiles que no sobrarán en el hogar. Nunca está de más tener varias opciones para hacer funcionar las habitaciones donde las coloquemos.