Lucernarium, etimología del latín tardío, referida a aquellas aperturas o ventanas en el techo cubiertas con vidrio translúcido, transparente o plástico, cuya finalidad es la de proporcionar la luz natural a los espacios internos de cualquier estructura.
Estas instalaciones van de la mano con el diseño de formas estéticas arquitectónicas bien elaboradas, con formas personalizadas, resaltes visuales y estándares estéticos de prestigio. También conocidas como claraboyas, cumplen con la finalidad de admitir la entrada de aire aportando ventilación y luminosidad con una amplia aplicación en edificios industriales, comerciales y residenciales, especialmente aquellos con una orientación norte.
La hábil yuxtaposición de estructuras de acero con una amplia gama de materiales de fachada, en varios colores y grados de transparencia asegura que el efecto estético final sea sorprendente y único. En algunas construcciones se utiliza principalmente policarbonato, cloruro de polivinilo y acrílico.

La posibilidad de deformación hace del policarbonato un material de techo ideal para la fabricación de formas geométricas complejas.
Estos materiales ligeros, reducen el consumo de energía y material, lo que a su vez mejora la eficiencia y rentabilidad de las estructuras. De esta forma, las láminas de policarbonato pueden doblarse en caliente o en frío, para darle por acción del termoformado. Esta posibilidad de deformación, hace que el policarbonato sea el material ideal para los techos de este tipo fabricación con estructuras geométricas bastante complejas. Además, de ser un material inquebrantable y resistente al viento y cargas de alto impacto e incluso, cuando presenta estriaciones, no se rompe en fragmentos agudos. En el caso de los edificios con techo plano se aplican en su mayoría claraboyas abovedadas.

Lucernario con detalles de Art Nouveau. Ubicado en la planta alta de la Ex Casa König. Ubicada en calle San Martín, en pleno centro.
En otros casos, pueden ser de placas traslucidas de poliéster o de thermogreca siendo este último, uno de los más innovadores del momento por su sistema integrado como panel de cubierta que distribuye la luz de manera equitativa, equilibrada y lineal. Entre sus diseños, las claraboyas pueden construirse adosadas a las pendientes de los techos.
La arquitectura moderna, es rica en formas enrevesadas y casi efímeras. El uso del acero, el vidrio, el aluminio y demás materiales innovadores, permiten implementar grandes ideas de las que muchos de los diseñadores más visionarios, aplican elementos curvos y lineales configurados como una completa libertad de manifestación y expresión.
Un repaso por la historia: Lucernarios Antiquísimos
En el “Palacio de Comares” de la Alhambra en Granada, España, se encuentran las claraboyas más genuinas de la antigüedad, en los baños de Comares. Registros históricos indican que el Rey Yusuf en el siglo XIV d.C, mandó a construir cada espacio de su imperio, en un principio quiso que la decoración de su residencia oficial asombrara a los visitantes, por lo que ordenó a los arquitectos a que lo construyeran y adornaran de manera exquisita. Es así como con técnicas medievales nace la bóveda con iluminación natural.
Los hay muy conocidos a lo largo y ancho del globo terráqueo, entre ellos se encuentran; el Onyx Solar de 5.500 metros en New Jersey, el Museo de Guggenheim en New York – Estados Unidos, el Museo de Stadel en Alemania y el Centro de Innovación Global ROKI en el continente asiático.
En el Instituto de Arte y Galería Municipal Stadel, se encuentra uno increíble ubicado por debajo de la tierra. Con aproximadamente doscientas claraboyas circulares incrustadas en rejillas a través del césped, se filtra de luz que desciende a las salas de exposición artística, con una colina artificial que genera el aspecto de un techo centralizado en forma de bóveda.
Como parte de un proyecto subterráneo, nace la extensión del Museo Stadel, que posee un jardín cuyo ingreso es accesible a miles de visitantes que dia tras dia caminan sobre montones de lucernarios translúcidos.
Las claraboyas circulares miden aproximadamente de 1.5 a 2.5 metros de circunferencia, inundando el museo de Stadel en su totalidad. El amplio espacio del jardín de superior del museo, ofrece el mejor modelo de luz para exponer las obras que allí se encuentran, de arte contemporáneo.

Oficialmente el “Städelsches Kunstinstitut und Städtische Galerie”, es un museo de arte las más importantes colecciones de Alemania
Algunas otras ideas sobre claraboyas de tamaño casi incalculable, se enfocan en la arquitectura sostenible, entre las más reconocidas se encuentra el “Global Innovation Center ROKI” en la ciudad de Hamamatsu, Japón, construido por el arquitecto, Tetsuo Kobori, con la intención de aumentar la productividad intelectual en el universo ROKI, sirviendo actualmente como centro de promoción en la reducción de CO2 en los hogares del mundo.
El ROGIC, es un centro tecnológico de envergadura consiente con paredes de yeso y suelos de madera, patrocinado por el Ministerio de Tierra, Infraestructura, Transporte y Turismo de Japón. Este edificio además, es el mayor edificio que en materia de ciencias y tecnología utiliza la energía eficiente. Este tipo de diseño aprovecha la luz natural al máximo con el empleo de menos de un treinta por ciento de iluminación artificial.

La amplia estructura de elementos ecológicos con claraboyas y puertas que no distinguen límites entre el interior y el exterior de la mega arquitectura japonesa.
En conclusión, son excelentes inversiones medioambientales que si no te permiten tocar el cielo definitivamente te acercan a él.