Indiscutiblemente elegantes, estas lámparas dan un toque de sofisticación y antigüedad en el sitio donde vayamos a colocarlas. Los árabes dejan detalles y grabados hermosos y delicados en todo lo que hacen. Sus lámparas marcan en las paredes y techo sombras intrincadas, florales o geométricas en donde se puede apreciar al máximo la calidad de sus grabados, sin errores ni imperfecciones.
Hay infinidad de formas, no sólo esferas talladas, también vemos cuadrados o lámparas en forma de jarrones. Hay algo en estas lámparas que hace que nos quedemos mirándolas y no sean una simple fuente de luz corriente.
Normalmente las lámparas son sólo eso, un objeto necesario para poder ver mejor, en este caso, son uno de los adornos más importantes. Uno que deleita mucho la vista.
Tipos de Candelabros
Una lámpara grande árabe puede por sí misma adornar y complementar un espacio con una luz tenue y hermosa. ¿Pero qué pasa cuando queremos tener un conjunto de lámparas?
Podemos jugar con los tamaños, formas y colores de varias lámparas. La combinación da un toque moderno y muy personal al conjunto de luces. Lo importante es que todas las lámparas compartan al menos una característica, ya sea material, diseño, color o forma.
Pero hay diseños de candelabros árabes ya fabricados. Se componen de lámparas del mismo diseño y tamaño que cuelgan de una misma base del techo en forma circular y descendente, aludiendo a un espiral.
Al tener lámparas más pequeñas éstas tienen que iluminar más. Así que suelen tener adornos de cristal o vidrio coloreado, para que la luz salga de manera más directa que otras lámparas con grabados.
Estos candelabros suelen ser pequeños y compactos, lo que los hace más un agregado que una parte fundamental de la habitación, cosa que no ocurre con una lámpara grande árabe, que suele ser en algunos casos el centro de la estancia y el elemento más importante y trabajado de un espacio.
Lámparas en exteriores
Dado que en las zonas áridas donde tradicionalmente viven todos los practicantes de la cultura árabe no llueve con regularidad, las lámparas que se ubican en el exterior también tienen grabados en todas sus caras que permiten el paso de la luz hacia afuera.
Para dar algo de protección a la luz que normalmente era una mecha rociada con aceite, la lámpara puede tener algunas caras adornadas con vidrio para evitar que el viento la apagase por las noches.
Las lámparas externas suelen ser estáticas, estando ancladas o apoyadas en una pared dado que servían para dar iluminación a pasillos que se encontraban fuera de las salas y habitaciones y se colocaban de manera sucesiva.
Pero también pueden ser muebles similares a lámparas de pie. Livianos y altos, hechos de madera con incrustaciones, grabados y detalles, también pueden tener vidrio para proteger la luz de la brisa del exterior.
Individuales
Suelen ser la manera de mostrar las tradicionales lámparas árabes. Una lámpara grande, adornada y en el centro del espacio, como uno de los elementos más importantes e indispensables de la estancia.
Los árabes casi siempre usaban curvas o figuras de varios lados para poder simular curvas. Los diseños son radiales en la enorme mayoría de los casos, simétricas, simples de forma, pero no de decorado.
Suelen ser de gran tamaño, y colgar varios metros por debajo del techo. Dado que solían usarse en lugares muy altos, la luz tenía que bajar para estar en un nivel donde fuera útil para el transeúnte o quien permanecía en la habitación.
Las lámparas que no van colgadas pero se encuentran en interiores son más pequeñas, fácilmente transportables, y se colocaban en el suelo o sobre las mesas. La trama de las sombras que produce cualquier lámpara árabe ayuda a dar esa atmósfera misteriosa y elegante.
Los modelos de pared también son dignos de mención. Dado que proyectan una obra de arte a su alrededor, como un cuadro con un centro de luz que atrae todas las miradas.
Después de ver la belleza de este elemento tan significativo en el diseño interior árabe, veamos unos ejemplos de cómo se complementan, o cómo se manifiestan como piezas importantes en el diseño.

Espacio similar, la sensación de calma se resalta con el tono tibio de la madera y el color naranja.
Esta fotografía muestra cómo una lámpara puede ser el centro de atención: se encuentra flotando bajo un arco, sobre un espejo o fuente de agua de un espacio interno, sobre una pequeña estructura con flores dispuestas en círcuclo recibiendo la luz de la lámpara. Un ambiente espectacular y digno de ver.
En un entorno mucho más amplio, un espacio central y muy alto puede verse hermosamente adornado con varias lámparas colgadas a diferentes alturas.
Por último y para acercarnos a nuestros tiempos, vemos una barra (de bar o restaurante) y sobre ella cuelgan lámparas árabes de varias formas. Las tramas de sombras que se proyectan en el techo son tan efectivas como si el techo estuviera pintado.
La sombra puede tener la forma floral o geométrica de nuestra preferencia, además de ayudar a que el espacio se vea sumamente formal y bien diseñado, pues son elementos que no se colocan a la ligera. Lo importante es ubicarlos bien, y asegurarnos que tengan la forma que más nos guste.