Los cabeceros de las camas son un accesorio clásico, pues las camas tradicionales incluían cabecero y pie de cama combinado con el mobiliario que estaba alrededor en la recámara. Hoy en día, son opcionales y puede pensarse en no tener ninguno en el tope de nuestra cama. Pero cuando queremos ser originales, hay tantas opciones que muchas personas no saben ni por dónde comenzar.
Los hay de muchos estilos, colores, materiales y durezas, para todas las edades y gustos. Los veremos en varios tipos y notaremos que mientras más avancemos notaremos que disminuye la facilidad de sustitución.
Cortinas y luces
Los hechos con tela, mosquiteros o cortinas no añaden casi ningún peso a las paredes y techos y son fáciles de instalar.
Pueden ser nuestro principal atractivo del cuarto, en vez de los muebles o las sábanas de la cama. Sólo necesitamos unos minutos para comprobar que la instalación esté colocada de manera recta y firme en la pared y finalmente colocar el elemento guindado como más nos guste.
El asegurarnos que combine con el resto del cuarto es tarea fácil; el color y la textura de las telas varían de manera casi infinita y siempre encontraremos una opción que nos agrade y combine con lo demás.
Las luces son un elemento prácticamente invisible y se siente como si no hubiera cabecera en absoluto. Son elementos ultra-livianos que se notan cuando están encendidos. Pueden colocarse complementando los adornos, o dejar que ellas solas le den el decorado que buscamos.

Muy populares últimamente. Se suelen usar luces de navidad sencillas o con borlas que incrementen la luz.
Se han vuelto una tendencia muy personalizada para dormitorios de adolescentes o adultos jóvenes, pues son de fácil instalación y se pueden colocar en cualquier parte sin ningún tipo de preparación previa.
Cabeceros de tela: Un toque de calidez
Normalmente acolchados, ayudan a dar la impresión de que el cuarto es muy cómodo y acogedor.
Pueden tener la textura que queramos, como cualquier tapizado, puede tener varias formas y tipos de tela. Suelen no venir incorporados a los muebles de la cama, sino que son añadidos.
También puede componerse de piezas. Este tipo es muy práctico dado que podemos retirar cada recuadro para limpiarlo de manera más sencilla, y además, totalmente personalizable y puede ser hecho con retazos o material reciclado.
Pesados
Estos suelen ser de madera o metal. Dejamos de lado la idea de un tipo que dé la impresión de comodidad y ligereza a uno muy imponente e importante para nuestra cama. Están hechos para llamar la atención, ya sea por su color o su tamaño.
Suelen ser grandes. Algunos incluso le quitan todo el protagonismo a los demás muebles, dado que pueden llegar a ocupar mucho espacio en la pared.
Otros más pequeños, pueden dar ese dramatismo a la habitación, contrastando con lo que hay alrededor en vez de tener el mismo color y estilo.
Muebles
Una cabecera también puede ser un mueble funcional. Si es para una habitación pequeña, puede sustituir las mesas de noche y así ahorrar espacio. Hay unas sencillas y livianas donde sólo se colocan objetos para exhibir.
Pero hay otras que son un mueble en sí mismas. Sirven para almacenar las sábanas limpias, toallas, bufandas, cobijas gruesas para las épocas de frío, cortinas, etcétera.
Alteración de la pared
Algunas cabeceras no son muebles que podemos quitar o cambiar, también está una opción bastante más permanente que es el adecuar la pared para que sobre la cama podamos colocar cosas.
Ya sea por un nivel o por un vano en dónde ubicar la cama, es una idea no pensada para cambiarse o sustituirse a corto plazo. Dado que involucra una remodelación, sencilla, pero al fin y al cabo no es una instalación rápida.
Aunque puede tener resultados hermosos y elegantes, súper llamativos que pocos podrán copiar.
Ya sea que queramos añadir un cabecero de cama o reemplazar todo el estilo del cuarto, vemos que hay muchas opciones con muchas alternativas y estilos para adecuarlas. Lo importante por sobre todas estas consideraciones, es que nos encante el resultado y nos haga sentir que nuestro dormitorio se ve mejor que nunca.