En un mundo cada vez más inmerso en la tecnología, donde se pierde sensibilidad, la naturaleza ha perdido su valor estético. Las flores por su parte, intentan mostrar con su simpleza y delicadeza, una atmosfera que nos invita a vislumbrar el sentido propio de la creación.
Con acabados delicados e impresionantes patrones combinados con coloridas siluetas, las flores desbordan la visión de quien las admira y solo bastan pocas de ellas, para generarle suspiros a quienes se atreven a experimentar con sus atributos. Ellas permiten crear espacios armónicos dentro y fuera del hogar. Solo basta con apreciar las variantes de la naturaleza y elegir entre la amplia gama de especies, para convertir tus espacios en lugares encantadores.
Generalmente, todo lo que tiene que ver con la decoración que incluya plantas y flores en el jardín, representa ciertas dificultades, donde las zonas más aledañas al hogar, suelen estar formados por terrenos pedregosos que no permiten la fácil adaptación de las especies florales bajo estas condiciones. Entonces, antes de considerar las características de las flores que terminaran decorando gustosamente el jardín, es necesario reconocer el espacio en donde estas se van a ubicar, por ejemplo; cuando se trate de plantaciones extensivas, no conviene sembrarlas directamente en lugares definitivos y en suelos arcillosos, se deben seleccionar aquellas plantas que aguanten humedad, como los papiros, las dalias, la cala y los lirios. En los jardines es imperativo apostar por las especies más resistentes al clima, pues en los espacios abiertos, estas deben soportar extremas condiciones de calor y aridez.
Las plantas con flores para jardín más utilizadas suelen ser de pequeños tamaños y además, son de gran utilidad estética por su variedad de colores, formas y olores. Estas pueden disponerse de muy variadas formas, en función a la estética y el ornato que desee finalmente conseguirse. Se distinguen así, el canastillo (conjunto de flores), el parterre (constituido por flores y césped) y las rocallas (formadas por flores y plantas combinadas con rocas). Para seleccionarlas, se distinguen de tres maneras, pueden ser anuales, cuando su ciclo vital dura un año y florecen en otoño o verano, como las petunias o las caléndulas, bianuales, si crecen en el primer año y florecen en el segundo en primavera, como las margaritas y los alhelíes. Y pueden ser vivaces, cuando viven más de dos años y florecen con peridiosidad anual como los lirios, las peonias, los jacintos y las adelfas.
Si la intención de adornar con flores trasciende al hecho de embellecer las paredes aledañas al jardín, se pueden utilizar distintos tipos de trepadoras como el Rosal Trepador; perfecto para los fanáticos de los rosales, cuya cualidad están en florecer en tiempos de primavera una vez al año.
La Glicina y la Buganvilla son expresiones espectaculares por sus majestuosas cualidades de florecimiento, cubriendo las zonas rápidamente. Estas rosas pueden ser reforzadas con soportes como los obeliscos y los enrejados, siempre dejando ver los tallos desnudos de las rosas para crear un efecto decorativo más llamativo.
Otra modalidad en tendencia son los jardines verticales con macetas o cestas colgantes. Este hermoso decorativo con flores, brinda una colorida y original explosión de detalles ricos en figuras y formas exquisitas para adornar con elegancia los jardines del hogar. Perfectos para los espacios con techo, cuentan con la fascinante particularidad de ocupar pequeños espacios, además de ser ampliamente utilizadas para incluir en sus recipientes, gran variedad de flores de temporada como las fucsias, las violáceas, los geranios y las verbenas. Por el contrario, usar en ellas, flores aromáticas de amplio cuidado, no representa la mejor opción.
La Capuchina es una de las más utilizadas en este sentido. Entre sus cualidades; crecen rápidamente, no requieren de enormes cantidades de fertilizantes ni tampoco de mucho mantenimiento porque expuestas al sol, se mantienen en un muy buen estado.
Las suntuosas Begonias se mantienen vivases durante temporadas de otoño y verano y son adecuadas para el cultivo deben ser alimentadas con un sustrato siempre húmedo, pero no en exceso, al igual que los Geranios, otra opción que se puede también cultivar en climas soleados. La Reina Rosada, famosa por su exuberancia es resistente a las sequias y de hermosa visual, pero al ser una planta perenne de corta vida, solo se puede cultivar anualmente.
Entre las flores ideales para este tipo de diseño colgante de jardín, también se encuentran las Portulacas, que cuentan con la ambigüedad de ser de clima cálido y surgir en climas frescos. Conocidas como la cubre suelos por la forma que adquiere durante su crecimiento en las cestas colgantes.
En tiempos recientes ha surgido la tendencia a utilizar también la Impatiens, por sus colores que se van por la gama de los pasteles, entre rosas, cerezas y blancos. Aportan feminidad y son de fácil manejo, sobre todo si se mantienen en espacios resguardados del sol. Estas han sido relacionadas a la alegría y a la prosperidad.
Por su parte, la Verbena, en contraposición a la impatiens, es una especie de clima soleado y sus colores tiran hacia las lavandas, siendo una de las especies más utilizada y conocidas, pueden tranquilamente plantarse en macetas o macizos apretados y distinguidos. Entre sus características, estas pueden alcanzar hasta metro y medio de altura, son irregulares, poseen un fuerte aroma, sus flores poseen cabezuelas bastante densas, no soportan climas fríos, tardan mucho tiempo en germinar (generalmente de mes a mes y medio) y si se plantan horizontalmente comienzan a expandir sus raíces de manera muy arraigada.
La Caléndula es una flor utilizada con fusión en la jardinería para dar ese toque final de dinamismo y ligereza.
La Lobularia cuya estructura es llamativa por sus definiciones, posee numerosas flores pequeñas que en conjunto manifiestan sensibilidad y vida con un toque sencillo.
Por último, para conseguir color y textura sin vacíos de vegetación en el jardín, se pueden preparar terrenos de cultivo con nutritivos de mantillos con base en la plantación. La interacción y sorpresa plástica que brindan las dalias como especies altas funcionan para hacer cubiertas con tallos erguidos con colores penetrantes y brillantes que de ser fusionadas con especies de follaje y tamaño mediano y pequeñas flores como los Tagetes, dan un orden expansivo que permitirá brindar sensaciones de permanencia en distintas épocas del año.