
Pueden ser el complemento dramático a una estancia.
Los cuadros han estado desde siempre en nuestros recibidores, salones e incluso dormitorios. Tienen la función de complementar los espacios, ya sea añadiendo el toque final, combinando en color, forma, estilo o personalidad que queramos darle a la habitación en la que se encuentren.
No son accesorios indispensables, pero son los que más llaman la atención de las personas. Especialmente si son grandes y ocupan un buen espacio en la pared.
En el recibidor de un negocio o tienda pueden marcar una diferencia. Si es un cuadro llamativo será el centro de atención de los huéspedes, clientes o pacientes. Puede tener efectos psicológicos positivos, así que en estas áreas de recibimiento deben ser escogidos con cuidado, mejor si se recibe la ayuda de un profesional. Pueden producir calma, confianza o incluso curiosidad en las personas que lo ven
Cuadros agrupados y fotografías
En un hogar, normalmente en un recibidor, sala o pasillo podemos encontrar fotografías de la familia, agrupadas o una sola escogida como la más importante o la mejor, que traiga mejores recuerdos.

Hecho con una ventana reciclada y una fotografía ampliada antigua.
Las fotografías de bodas aparecen en casi todos los hogares. Al igual que otros momentos familiares de gran importancia.
Si no se encuentran sobre la mesa de la sala o recibidor, entonces encontraremos estas fotos colgadas en la pared. Aunque hay otras maneras originales y rústicas de colgar fotos familiares como las siguientes:
Podemos ser creativos y llenar una pared por completo de fotografías e ilustraciones para que ayuden a dar vida a una pared aburrida.
Así, si se aplica en un negocio, ayuda a los clientes a distraerse y a ver los cuadros mientras esperan a ser atendidos.

Deberían ser del mismo tema, o al menos con colores similares para que la decoración sea coherente.
El agrupar los cuadros no tiene porqué verse saturado como en la imagen anterior. Pueden colocarse de forma ordenada, y compartir un tema, o simplemente, con que todos sean del gusto de quien habitará el espacio será suficiente.
Puede haber una variación interesante entre pinturas, forografías, pósters o incluso objetos tridimensionales que no son necesariamente cuadros. Esto genera una decoración totalmente personalizada, casi imposible de imitar.
Si no nos va la simetría podemos probar por un diseño más atrevido, que es el agrupar cuadros de distinto tamaño para que generen una forma abstracta. También por supuesto podemos pensar fuera de lo usual y ubicar un conjunto de cuadros en una esquina, y no en mitad de una pared. Se vale usar marcos de distintas formas y estilos también.
Motivos para fanáticos
Ya sea para la habitación de un niño, adolescente o adulto, a cualquiera le gustaría recordar su libro, película, cómic o serie favorita con un cuadro decorativo que no sólo ayude a personalizar la habitación, sino que además sea atractivo y agrade a la vista.
Los hay de mercancía oficial, que dispone de opciones limitadas. Pero también hay artistas que realizan cuadros a domicilio, apto para todos los gustos, que pueden colocarse en cualquier habitación. Pueden ser de muchísimos estilos y funcionar en cualquier espacio.
Naturalistas
Para aquellos amantes de la madre tierra que no se conforman con una planta en su hogar, también pueden estar en las paredes.
De manera minimalista se pueden mostrar hojas o flores naturales. Sofisticadas y muy bonitas, quedan bien en cualquier parte.
También podemos ser literales y llevar plantas a las paredes. Las plantas de la familia de las suculentas, son muy resistentes, requieren muy poca agua y se pueden fijar a un cuadro de la pared mediante una técnica muy sencilla.
Varios
El añadir un cuadro muy original y hasta extraño en nuestro espacio puede ser algo demasiado arriesgado, pero vale la pena ver las opciones disponibles, que son casi infinitas.
Estos cuadros normalmente son personalizados y hechos a mano. Una intervención de color en un cuadro clásico como este ejemplo es una buena muestra de la cantidad de opciones que podemos encontrarnos, tanto en tiendas de segunda mano, tiendas online de artistas o recomendaciones de reciclaje con cuadros o marcos en internet.
No tenemos porqué pensar en cuadros estáticos. Hay algunos diseños muy modernos que juegan con la tridimensional y uso de los cuadros.
Los cuadros pueden exhibir colecciones, no sólo de billetes o mariposas (que son bastante bidimensionales), también de objetos más grandes y sobresalientes.

Cuadro lleno de marcos que exhiben cámaras fotográficas antiguas.
Así como una colección seria, también podemos pensar en un juguete o algo que le guste mucho a la persona que habitará el espacio, si es un niño, las opciones son muy atractivas y divertidas.

Puede ser una opción si no queremos desechar juguetes viejos.
El uso de los cuadros es un tema interesante también. Pueden funcionar como expositores de cosas que usemos a menudo, como estos cuadros de vinilo, que cuando no se usan se exhiben con la obra de arte que tienen en la portada, y al mismo tiempo se preservan y protegen.
También ¿por qué no usarlos como contenedores de cosas más grandes? Un marco de un cuadro puede funcionar como un pequeño estante o expositor, que en vez de mostrar una imagen bidimensional nos muestra algo en tres dimensiones.
Los cuadros son una bella forma de personalizar un espacio. Esta gran cantidad de ejemplos pueden ayudar a dar una idea bastante general de qué podemos lograr con un cuadro (o varios) y decorar de la manera que más nos guste, siempre lo más importante es que el resultado final nos encante.