
El agua, las plantas, las piedras, el metal y la madera son elementos comunes encontrados en la decoración Zen.
El zen es una escuela budista muy famosa que ha dejado su huella en muchas artes. Consiste en el cultivo de la mente y el abandono de lo material. El diseñar mediante algunos de sus conceptos puede darnos un resultado encantador, minimalista, limpio y natural.
El Zen se ha practicado desde el siglo VII. Se originó en China, pero se practica en muchos otros países, especialmente Japón. Y comenzó a introducirse en Europa y América desde hace 200 años, cuando Occidente comenzó a aceptar prácticas y religiones oriundas de países asiáticos.
Dado que es una escuela especializada en la meditación, se decora con los parámetros comúnmente asignados para ésta. La meditación se da en lugares minimalistas. Sin adornos innecesarios u ostentosos, todo debe ser puro y limpio para ayudar a despejar nuestra mente.
Criterios
La uniformidad en el color es muy importante. Los blancos predominan mucho en un espacio Zen. Pueden combinarse con otros colores, que incluso podrían ser atrevidos y muy llamativos, pero no debemos entonces salirnos de una paleta estricta, para que no haya nada fuera de lugar que resalte por tener un color muy distinto.
Se suelen usar colores suaves, y neutros, como beige, verde claro y gris. Dado que será nuestro espacio el que vamos a personalizar, podemos ser menos estrictos y añadir algún color fuerte, pero tomando en cuenta que éste no dañe la atmósfera de paz que queremos lograr.
Arte Zen dentro de nuestro espacio
La poesía, caligrafía y pintura con tinta tradicional se consideran un arte Zen. Así que ¿por qué no decorar con una ilustración oriental?
Normalmente son sencillas, pero aportan de mucha personalidad la habitación que estamos decorando. Suelen ser similares a ésta; fondo blanco, dibujo con pocos colores y un texto que lo acompaña.
Dicho texto puede ser una reflexión o simplemente una firma en chino tradicional o japonés. En cualquier caso, es un accesorio muy bello que puede ayudarnos a dar la impresión de encontrarnos en un sitio lejano, misterioso y calmado.
El Bonsai es una práctica que consiste en trabajar las plantas de manera que crezcan pequeñas, tan pequeñas que un árbol de manzano, un arce o incluso un bosque pequeño puede exhibirse en mitad de nuestra sala.
Es una práctica inspirada por la escuela Zen. Hay que considerar que no es un decorado simple; es una planta real y por eso tiene un cuidado, el cual a veces puede ser complejo y costoso. Pero valen la pena. Son hermosos, pueden durar muchísimos años y combinan a la perfección en cualquier habitación de motivo Zen.
Los Origami, aquellas figuras realizadas con papel plegado también fueron inspirados por las prácticas Zen. Así que podemos tener en cuenta objetos de la misma forma que un decorado Origami.
Por supuesto pueden ser hechos de vidrio, plástico o metal, y dan un toque moderno a nuestra estancia. Aunque no necesariamente son formas de origami como tal. El retomar a figuras geométricas sencillas también es una buena manera.
Los terrarios son cosa muy común también, al igual que los mini-jardines de arena. Ambos pueden estar en cualquier lugar, llenando de color y dinamismo nuestros espacios.
Ejemplos
En nuestros hogares occidentales aplicar el Zen da resultados increíbles. En la siguiente imagen veremos una sala que tuvo presente los principios Zen. Los cables están ordenados y escondidos tras la madera, una planta decora el mueble, al igual que dos frascos blancos, y no hay uso de más de tres colores (blanco, negro y el marrón de la madera).
La naturaleza debería estar siempre presente, o al menos visible desde nuestro espacio. Es parte sumamente importante del budismo y sus muchas ramas. Así que el agua y las plantas son las mejores decoraciones.
Una habitación Zen suele ser sencilla, sin mostrar decoraciones y todos los elementos tienen un uso, comparten un solo color (si no son de madera, que tiene el tono original) y vienen acompañados de una planta, o varias.
No siempre el blanco es el tono dominante. Pero como explicamos antes, es un color que casi siempre se incluye y es raro ver otros tonos que sean los que se repitan.

Vemos que todos los objetos tienen un uso, la madera se muestra al natural, hay plantas, luz natural y pocos adornos.
Algunos accesorios del estilo Zen pueden ayudar a dar esta impresión también.
Las piedras (normalmente redondeadas) son buenos acompañantes también.Dado que representan la tierra en la corriente Zen.
Con muy pocas modificaciones podemos convertir un espacio complejo y saturado en uno apto para la relajación. Recordando que la madera, las piedras, el metal, el agua y las plantas son elementos importantes en un área Zen, aunque no vayamos a agregarlos todos. El fuego (velas) también es importante, pero hay que usarlo con consideración para prevenir accidentes.
Pero por supuesto, con que el resultado final nos sea agradable y nos sintamos relajados y libres, ya el espacio será perfecto para usarlo como nosotros queramos.