La pasión por lo vintage no es algo nuevo. Desde siempre el ser humano se ha fascinado por el pasado, y pensamos en qué rescatar de él para implementarlo en la modernidad. Convenientemente lo vintage y antiguo se ha vuelto moda y ha sido un estilo que, combinado con lo moderno puede resultar en algo acogedor, elegante y muy provocativo.

Cómoda de los años 60 con varios motivos impresos en sus gavetas.
Las cómodas son un mueble que puede ser tanto el protagonista como el complemento perfecto, dependerá de lo que queramos resaltar en nuestros espacios y lo veremos dependiendo de a dónde vamos a colocarlas.
Según los espacios
Las cómodas o sinfonier son importantes en nuestros espacios, pues siempre necesitaremos un lugar dónde guardar o colocar cosas que usemos todos los días.

Como complemento en un comedor
En la entrada de nuestro hogar, oficina o negocio pueden ayudar a marcar el estilo que hayamos elegido como el predominante en todas las demás habitaciones.

El rococó puede ser un estilo ideal si queremos demostrar elegancia y refinación. Antiguo y vintage.
En una sala o salón, además de funcionar a veces como mueble para el televisor, equipo de sonido o consolas de juegos, se usa para guardar o exhibir discos, controles o repuestos.

Una un poco más baja y gavetas estrechas es común para apoyar el televisor o adornos.
En la oficina puede ser apoyo del escritorio, el cual puede mantenerse libre y con pocas gavetas. La cómoda debe estar cercana y tener todas las gavetas y espacios adecuados para archivar lo que no necesita estar en nuestra inmediatez del escritorio.

Sinfonier de los años 40 pintado de verde menta.
En el comedor se ubican para exhibir o guardar los platos, velas y otros accesorios que se usan en esa habitación. Puede ir acompañado de un espejo.
En el dormitorio es complementario del clóset, pero no parecerá un simple mueble para guardar ropa interior si escogemos una cómoda vintage especialmente llamativa. Ésta ayudará a implantarle personalidad y ese aire bohemio y único.
Según su estilo

Una cómoda de los años 60 con dos colores. Esta decoración que tiene alrededor va ideal en un comedor.
Las cómodas de estilo renacentista, rococó o barroco son de las más elegantes. Incorporan suaves curvas en sus diseños, decorados y asas. Algunas son una verdadera obra de arte, pues suelen ser talladas a mano.
Flores, hojas y espirales son algo muy común en sus diseños y decorados. Son muy llamativas, de madera y una decoración excepcional si se mantienen bien cuidadas, pintadas y brillantes.
Las hay con suaves curvas pero sin decorados tallados. Estas cómodas sencillas no son realmente modernas, pues aún evocan el material y la forma del pasado.
Pueden tener cierto toque de color, e incluso estampados y dibujos en sus gavetas, pero son sencillos, recatados y no se presentan como un mueble clave o protagonista, sino como complementarios de las habitaciones, combinados con los demás muebles que tengamos alrededor.

Cómoda con ramo de flores pintado a mano en dos tonos de madera.
Las cómodas que presentan líneas más rectas comenzaron a aparecer a partir de los años 50, cuando los diseños comenzaron a ser más ‘racionales‘, pensando en su funcionalidad más que su estética.
Aún así no era fácil desprenderse de la idea de hacer diseños bellos, por lo cual se pueden seguir viendo detalles floreados y curvos, pintados, en sus asas o en tallados que intentaban quitarle sobriedad a las líneas rectas.
Combinaciones
Con un color elegido en otras piezas puede ir combinado bastante bien en nuestras habitaciones, ya sea cuadros, un espejo u otros muebles.
Una cómoda puede ser la protagonista en un espacio pequeño, brindar mucho color y estilo en un espacio no tradicional como lo puede ser un baño.
También como un mueble de suma importancia, mas que no abarque todo el protagonismo del espacio. En la siguiente foto vemos una cómoda muy grande y gastada que puede usarse fácilmente en una cocina o espacio de trabajo.
Las cómodas vintage deben combinarse de forma adecuada, con objetos que evoquen la época a la que queremos referirnos. Como pudimos ver, hay distintas etapas de la historia en las que podemos inspirarnos. En los últimos tiempos, los años 50 han sido muy populares. Si tenemos una cómoda que nos recuerda a esa época, podemos reforzar el estilo con lámparas, relojes o adornos que sean del mismo año.
Lo mismo ocurrirá con una cómoda que nos recuerde a la antigua época barroca. ¿Por qué no acompañarla de relojes u objetos que sean del mismo período? Puede verse muy bien combinado, y ser un añadido muy interesante a nuestra habitación. Lo vintage es único, llamativo, y totalmente personalizable. Mientras combine con nuestra personalidad y estilo, quedará muy bien en nuestros espacios.